Propuesta para el concurso Fundación Academia Diplomática del Perú
Mención honrosa
Pseudónimo: Mola mola
El nuevo edificio se emplaza en el terreno para formar un vínculo relevante con la edificación existente y juntos configurar los nuevos vacíos del proyecto. “La obra arquitectónica es una creación plástica rodeada de espacios libres”, escribe el arquitecto de la casa estilo neocolonial Ernesto Gastelumendi en su libro Arquitectura Paisajística. Son precisamente en los nuevos espacios libres que afloran gracias a la coexistencia de ambos edificios donde son muchas las posibilidades de crear nexos vivos e inesperados entre lo natural y lo construido. Nos interesa rescatar el valor social y arquitectónico de estas interconexiones como punto de partida para el aprendizaje y la vida diplomática.
Estructura
La lógica estructural del nuevo edificio dialoga con la casa existente desde su contraposición. Frente a una identidad volumétrica de muros, la estructura propuesta se presenta abierta y despejada para ofrecer las libertades necesarias al programa y paisajismo. La expresión estructural y arquitectónica son lo mismo, hablan el idioma de los volados y despegarse de los bordes en pro de favorecer las relaciones contextuales en todos sus lados.
El edificio nuevo se consolida hacia las construcciones vecinas para resolver una barra técnica, de servicios y circulación que se engrana amablemente con la edificación existente. Hacia el interior del terreno, se posan en un eje central unas placas y una columna de concreto armado que sostienen las losas de todos los niveles que vuelan en todos sus lados para permitir mayor flexibilidad tipológica. Son losas planas sin vigas de concreto armado que combinan bandas macizas y zonas intermedias aligeradas. La columna nace en el sótano y recorre diagonalmente todos los niveles como reacción al jardín lateral. Con un gesto sutil, las losas hacen un quiebre para reconocer la existencia de la casa y juntos enlazar los espacios exteriores.
La estructura luego se complementa con elementos que la convierten en una infraestructura operativa y útil programáticamente. Cerramientos transparentes y opacos se combinan también con los vacíos para controlar iluminación, ventilación, sombras y almacenaje para resultar en fachadas que visten el edificio y le dan su imagen final. La estructura también atiende el contacto y convivencia con el clima con elementos arquitectónicos como el uso de cortagotas metálicos en los bordes de losas para proteger las superficies de la suciedad ocasionada por la lluvia barrida.
Paisajismo
En la voluntad de conformar espacios libres conectados y espontáneos, se van hilvanando en el conjunto secuencias de patios, terrazas, jardines, caminos y espacios bajo techo, cada uno con sus atributos. Contribuyendo a un buen microclima y permitiendo conexiones de un ambiente al siguiente, el paisajismo viaja entre niveles y entre recorridos para acompañar y dar valor a los espacios. El programa se enriquece y con ello la experiencia de los estudiantes.
La casa existente y el nuevo edifico consolidan un patio con una centralidad definida donde se plantea colocar un gran árbol de la especie Jacaranda acutifolia como elemento articulador. Este patio sirve a los espacios principales de la casa y es el punto de inicio de la circulación nueva. Se extiende hacia una zona techada exterior de cafetería del nuevo edificio, que a su vez se abalcona hacia un patio hundido de las aulas que tienen una andenería ajardinada que se conecta con los jardines. El edificio nuevo remata con una terraza en el último nivel, una plaza al aire libre sin un uso definido, abierto a una variedad de oportunidades para el intercambio, la estancia y el encuentro.
También con la opción para hacer eventos, el patio central, la terraza techada de la cafetería y la plaza al aire libre de la última planta son elementos alternativos del programa que conectan el edificio con la comunidad diplomática.
Programa
Vemos valor en trabajar detalladamente la identidad de cada ambiente del programa y cómo se manejan las relaciones con los espacios no-programáticos del proyecto. El uso formal e informal de los espacios son relevantes en la experiencia cotidiana del aprendizaje. La circulación se entiende también como un lugar de encuentro.
Las Aulas ocupan una ubicación protegida en el terreno para dotarlas de la privacidad necesaria para su uso y siempre con desfogue a la naturaleza. Por debajo de los jardines se crea en el retiro un patio hundido íntimo con árboles exclusivo para los salones que se convierte en una extensión pedagógica. Los accesos son a través de unas escaleras junto a la circulación vertical o de una andenería ajardinada que se integra con el paisajismo del proyecto. La estructura permite dar flexibilidad para poder unir ambas aulas con unos paneles movibles acústicos. Se propone ingresos de luz natural y climatización para el confort de los alumnos, así como sistemas adecuados de iluminación y proyección de material.
La Cafetería va en el primer nivel, comparte con el patio central por un lado, y por el otro con los árboles que emergen desde el patio hundido. Es un espacio más público y abierto conectado con el paisajismo y con la casa existente, posicionado para recibir a las personas en espacios de cafetería interiores así como exteriores bajo techo. El operador tiene a su disposición una cocina completa que puede acoplarse a un sistema de ductería para contar con extracción mecánica y también cuenta con ventilación natural. Se libera la primera planta y se evidencian los apoyos estructurales precisos del edificio que dejan el perímetro libre.
La Biblioteca es entendida como un organismo en crecimiento constante. Merece una calidad singular para albergar la colección de libros de la FADP y alimentar la lectura de manera privada o informal. Se resuelve en dos niveles conectados por una escalera caracol de madera y una doble altura alargada. Con visuales a las copas de los árboles, grandes ventanales rodean la biblioteca y bañan los espacios de luz natural, con adecuada protección solar a través de cortinas según la orientación del sol en este y oeste. Los alféizares son muebles de madera pensados para albergar libros y a su vez componer los cerramientos. Las cabinas de lectura privada son también muebles de madera que conforman la fachada y al interior están cuidadosamente diseñadas con tableros de cuero para, junto con los pisos alfombrados, dar calidez a la atmósfera reflexiva. La biblioteca cuenta con una zona de recepción y almacenaje, y es climatizada para el adecuado confort de los estudiantes y correcta preservación de los libros.
Un momento importante y de escala más urbana del proyecto es la Terraza en el último nivel, un espacio no-programático que permite una variedad de oportunidades para la estancia y el encuentro. La acompaña un salón interior multiusos que puede entenderse como una extensión de la biblioteca o de las aulas. El valor social de este espacio tiene múltiples aristas, desde la contemplación de la ciudad hasta la congregación de grupos.
Las escaleras abiertas que conectan todos los niveles y sirven de engranaje entre edificaciones, son puntos focales en el proyecto y ayudan a la orientación, junto con los patios forman espacios de intercambio y comunicación.